Jet lag: qué es y cómo vencerlo

Jet lag: qué es y cómo vencerlo

También conocido como “descompensación horaria”, el jet lag es aquel fenómeno que ocurre al cambiar de zona horaria drásticamente, cuando se viaja a un país lejano, causando una sensación de cansancio y desorientación. 

Qué es el jet lag exactamente

Todas las personas tenemos un reloj biológico, llamado también ritmo circadiano, que controla nuestra actividad y nuestra sensación de sueño. Este reloj es regulado por la luz, la mayoría de las veces natural, aunque puede verse influido por la luz artificial.

Al viajar a una zona horaria diferente, nuestro ritmo circadiano se desincroniza del entorno. Esta sensación desacompasada se manifiesta más cuando se traspasan cinco zonas horarias distintas.

La Tierra está dividida en 24 zonas horarias distintas. Éstas comienzan en el meridiano de Greenwich, en Londres, Reino Unido: a cada lado se encuentran 12 zonas horarias, cada una con una hora distinta.

Por esta misma razón, notamos mucho más los efectos del jet lag al viajar desde España o Europa a lugares como América, Asia y Oceanía o viceversa: cuanto más nos alejamos de nuestra localidad, más diferencia horaria hay. Sin embargo, no funciona de la misma manera si viajamos a lugares como el norte de Europa o África, puesto que el huso horario es el mismo.

Síntomas de la descompensación horaria

Cada persona siente este cambio horario de forma distinta y en mayor o menor medida. Esta sensación de descompensación suele durar entre dos días y una semana, aunque se puede alargar si el lugar de destino es muy lejano.

El jet lag afecta principalmente al sueño, siendo causa de: cansancio durante el día; poca energía; problemas para conciliar el sueño; despertares nocturnos frecuentes y/o despertarse muy temprano; y sensación de torpeza, irritabilidad y falta de concentración, entre otros.

También, aunque en menor medida, puede afectar a los procesos digestivos, reduciendo considerablemente el apetito, produciendo indigestiones y una sensación de malestar general.

Cómo prevenirlo o vencerlo

El truco está en adaptar tu reloj interno lo mejor y antes posible al nuevo horario. 

Esto se puede hacer antes del viaje: trata de irte a dormir antes o después en función del horario nuevo al que te tengas que adaptar.

Una vez subido al avión, intenta dormir o permanecer despierto, dependiendo de si es un vuelo nocturno o diurno. Ajusta tus relojes (tanto analógicos como digitales) a la nueva zona horaria antes de llegar a ella.

Algunas veces, si la estancia en el destino es de pocos días, el cuerpo no se llegará a adaptar al nuevo lugar y al ser un tiempo corto, no merece la pena tratar de ajustar tus horarios. Adaptarse para tan sólo un par de días puede ser contraproducente si se vuelve rápidamente a casa.

Existen otros métodos para aliviar el jet lag o tratar de reducirlo. Uno muy popular es la cafeína, que puede ayudar por un corto período de tiempo y no se recomienda en exceso, pues sus efectos son temporales. También, para personas con problemas frecuentes de sueño, se pueden consumir suplementos de melatonina (aunque siempre bajo la supervisión de un médico).


En un colchón BeZen, no hay jet lag que valga.

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