El rendimiento académico y el descanso - BeZen Mattress & Health

El rendimiento académico y el descanso

Es esencial hacer llegar la importancia del descanso a los estudiantes: no sólo el mal descanso influye negativamente en el rendimiento académico, sino que el buen descanso puede hacer maravillas en los resultados escolares. Como padre, profesor o alumno, saber estos datos acerca de la influencia del descanso en el rendimiento académico te ayudará a obtener mejores resultados.

Los efectos del sueño irregular

Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en adolescentes de entre 12 y 16 años, prueba que dormir de manera irregular (menos horas entre semana y más los fines de semana) resulta en un menor rendimiento cognitivo y académico, en habilidades cognitivas verbales, espaciales, numéricas y de razonamiento general.

En el caso de las chicas, se vio una mayor alteración en todas las habilidades menos en la fluidez verbal,  mientras que en los chicos se visualizó un peor rendimiento generalizado, sobre todo en el razonamiento inductivo y la aptitud numérica.

La falta de sueño en niños menores de 12 años puede causar una disminución significativa en el aprendizaje, ya que se han reportado descensos de hasta un 40% en la capacidad de asimilación de conocimientos. También es muy común que en aulas en las que hay un mayor número de niños que no descansan bien, la agresividad aumente.

El descanso irregular puede resultar en cambios en el humor, ansiedad, estrés y trastornos del sueño. Las pautas de sueño que adoptamos en la infancia y adolescencia se ven reflejadas directamente en la adultez: es por eso que sigue afectando al rendimiento de los estudiantes universitarios.

¿Qué puedo hacer?

Estas son algunas de las cosas más importantes a tener en cuenta para mejorar el rendimiento académico y el descanso tanto propio como de tus hijos.

Vigila las horas de sueño: dependiendo de la edad, cada persona necesitará dormir una cantidad de horas concreta. Para niños de 0 a 5 años, se recomienda entre 10 y 15 horas diarias; para niños de 6 a 12 años, es recomendable entre 9 y 12 horas al día. En adultos, lo más saludable estaría entre las 7 y 9 horas de sueño al día.

No vale dormir mucho si no se duerme bien: la calidad del descanso durante las horas de sueño es lo más importante para tener un sueño reparador. Por eso, es vital llegar a una relajación profunda. No escatimes: un buen colchón puede ser milagroso para tu descanso.

Trata de organizar las horas de estudio en torno al descanso y no al revés: cuando la carga de trabajo se vuelve más grande con el paso del tiempo, es frecuente que los estudiantes reduzcan sus horas de sueño para estudiar el siguiente examen o terminar el próximo proyecto. No cometas ese error: estimando las horas de trabajo que requerirá cada actividad y organizándote con tiempo, se puede estudiar todo lo necesario sin tener que perder tiempo de descanso.

Una serie de buenos hábitos antes de dormir será tu mejor aliada para evitar el insomnio y las situaciones de estrés.

Todo esto, más allá del sector educativo, también es aplicable al trabajo: no sólo debes preocuparte por el rendimiento y descanso de tus hijos, sino también por el propio, ya que un descanso de mala calidad puede afectar a tu rendimiento laboral.

 

Cuanto menos se duerme, menos se rinde.


Fuentes:

https://www.ucm.es/data/cont/media/www/pag-10588/2015_10_not8.pdf

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