Así afecta la ansiedad a tu descanso

Así afecta la ansiedad a tu descanso

Si no sabes lo que es la ansiedad y el estrés, estás de suerte. Estos dos fenómenos son respuestas de nuestro organismo que se producen ante el peligro o la percepción de éste, algo muy necesario que permite buscar soluciones para enfrentarse a un peligro verdadero. 

Sin embargo, la ansiedad se puede convertir en un problema cuando sus síntomas se tornan desproporcionados, demasiado intensos o se prolongan más de lo necesario.

Un estado de alerta constante dificulta gravemente la conciliación del sueño.

Dificultades que presentan para dormir

El estrés es uno de los factores que más afecta al descanso. No es más que una sobre-activación de la mente que puede constar de pensamientos intrusivos, preocupaciones y emociones incontrolables: el estrés se traduce en una gran dificultad para dormir o un descanso de mala calidad; la falta de sueño provocada por el estrés puede reflejarse en mayores niveles de éste y de ansiedad que producen irritabilidad y, a su vez, dificultan el sueño, transformándose en un bucle infinito. Por ello, la ansiedad se convierte a la vez en un desencadenante y una consecuencia del insomnio.

La ansiedad es también una dificultad para regular las emociones que no sólo afecta al irse a dormir, sino también en el día a día y en cómo lo afrontamos.

Una de las principales consecuencias del insomnio es la preocupación por no dormir, que genera más ansiedad. La mente tarda poco tiempo en pensar que si no se duerme no se tendrá un buen rendimiento al día siguiente y que el insomnio podría afectar de manera negativa a nuestra salud general.

Además de todas las respuestas cognitivas y emocionales a la ansiedad, también hay muchos síntomas físicos que incomodan el sueño: taquicardia, hiperventilación, temblores, tensión muscular, sensación de presión en el pecho, náuseas, etcétera.

¿Qué puedo hacer para solucionarlo?

Desde BeZen no podemos ofrecerte remedios expertos en psicología, por lo que lo más eficaz sería consultar a un profesional y tratarlo con terapia. 

No obstante, hemos reunido una serie de consejos proporcionados por personas que sufren ansiedad al dormir.

Lo primero es examinar las posibles causas de la ansiedad para tratarlas de raíz. A veces, algo tan sencillo como limitar el consumo de cafeína puede resolver episodios de insomnio y de ansiedad. En otras ocasiones, se necesita un análisis más exhaustivo para dar con el desencadenante.

Trata de seguir un horario fijo de sueño: cuanto más acostumbres al cuerpo a dormir a determinada hora, más fácil te será conciliar el sueño cuando llegue el momento.

Procura asociar la cama únicamente al descanso. Esto se consigue realizando otras actividades que normalmente llevas a cabo en la cama (mirar el móvil, leer, etcétera) en otros lugares de la casa.

Aunque sea mucho más fácil decirlo que hacerlo, trata de no darle demasiada importancia si no consigues dormir una o varias noches: al obsesionarse con no estar descansando, es más probable que se convierta en un hábito.

Muchas veces, la ansiedad se trata con distintas herramientas o mecanismos de control que se desarrollan en terapia: es muy frecuente que la ansiedad surja cuando no podemos controlar algo que nos causa miedo, por lo que se suele tratar mediante la organización de cosas que sí que podemos controlar. Hacer listas y organizar tu día puede aliviar los síntomas de la ansiedad.

Por último, diversas técnicas de relajación pueden ser tus mejores aliadas: lee antes de dormir, escucha ASMR, sigue una rutina de estiramientos, controla detenidamente tu respiración…


Manténte tranquilo, BeZen.

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